¿Qué es la Lectio Divina? y ¿Cómo puedo practicarla?
- Jorge A. Silva
- 31 ene 2019
- 5 Min. de lectura
La Lectio Divina es la lectura orante de la biblia, es “un ejercicio” describe Mons. Carlo Martini, en donde el sujeto se compromete, se decide y camina. La Lectio Divina es un ejercicio espiritual que tiene como propósito recibir la Palabra de Dios como un don por medio de una dinámica interna de reflexión.
La Palabra no se lee con la finalidad de encontrar una respuesta o tener palabras para decir a los demás, se contempla por el hecho de conocer a Dios y buscar el camino para acercarnos más a su presencia, en medida que vamos leyendo y contemplando la Palabra es que vamos conociendo a Dios y por consecuencia tenemos respuestas, encomiendas, propósitos o encontramos nuestra vocación o nuestra misión.

La Palabra es la luz que dirige nuestros paso como lo dice el salmo 118, 105 “Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero”, pero para que la luz ilumine nuestra mente y nuestro corazón debemos llegar a ella con humildad y sin pretensiones, es llegar con la sencillez de reconocer nuestras limitaciones y que necesitamos de la guía de la Palabra Divina, para que así ella se haga presente como una luz cegadora que transforme nuestra vida, así como la conversión de pablo (Hch. 9, 3-8). La luz de la Palabra es cegadora, vivimos tanto tiempo en las tinieblas que cuando se hace viva la Palabra en nuestra realidad somos cegados, cegados del pecado y llevados a un punto de nuestras vidas donde dejamos que Cristo nos guie por medio de su voz.
La Lectio divina es pues ese encuentro constante con Jesús verbo, ese verbo hecho carne (Jn. 1,14) que viene a poner su morada entre nosotros, en nuestra mente y nuestro corazón, dejemos que la Palabra nos ciegue completamente para poder dejar ver con nuestro ojos y ver con los de Cristo.
La Lectio Divina es un proceso con más de 2500 años de antigüedad, no es un recurso actual es un estilo de vida que tiene muchos años madurando esta devoción de leer, reflexión y contemplar la Palabra Viva. Tuvo su época de oro en la Edad Media (Siglos VIII-XII) y era una práctica en los monasterios, en aquel entonces le llamaban “La escalera de los monjes” y consistía en cuatro pasos: la lectura, la meditación, la oración y la contemplación.

La lectura consiste en observar atentamente la escritura con espíritu atento, es la acción donde Cristo sale a nuestro encuentro.
La meditación es la acción cuidadosa de la mente de buscar aquello que Dios quiere revelar por medio de la inteligencia, es nuestro consiente reflexionando aquel encuentro con Cristo, desmenuzando todo el suceso buscando apreciar todo el panorama completo.
La oración es el deseo de que el encuentro y aquello que fue revelado se vuelva vida en nuestro corazón, es la plática íntima con Cristo para dar gracias y pedir por aquello que no revelo.
Y la contemplación es el Amor de admirar el encuentro con que hemos vivido con la Palabra Viva, es el momento en el que todo lo que hemos presenciado lo hacemos de nuestra propiedad adhiriéndolo a nuestra realidad para que nos lleve a la conversión, a la acción a la SANTIDAD.
¿Porque orar con la Palabra?
La razón es simple, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Chihuahua +Constancio Miranda Weckman lo explica en su circular del 28 enero 2019, “La palabra es como el agua, el aire y la luz para nuestro caminar en la vida. Ayuda a la madurez de la vida cristina y crece la cantidad y calidad de practicantes de en vida parroquial. Las comunidades que la realizan se enfervorizan y se nota el avance en la vida eclesial. Esto debido a la sed y la necesidad que la gente tiene de alimentarse con la palabra de Dios.”
Resumiendo sabemos que Cristo es el Verbo encarnado, entonces somos consiente que cuando hablamos de la Palabra de Dios hacemos referencia a que es Cristo (Jn. 1,1). La Pasión por la Palabra es debido a que es un encuentro personal con Cristo, y la Lectio divina es la acción de profundizar interior mente con la Palabra, es decir, Profundizar interiormente con Cristo.
¿Cómo orar con la Palabra?
La Lectio Divina no es un proceso repetitivo es una oración que sea actualiza aunque fuese con una misma cita bíblica, cada vez que se ora se revelara algo de nosotros mismos, algo distinto. Sin embargo debe ser constante, pues como lo comentábamos más arriba es un ejercicio que debe ir fortaleciéndose y madurando. Al inicio podrá ser rápido y en ocasiones superficial, pero con el tiempo, la práctica y la iluminación divina ira profundizando más y más hasta llevarnos a encuentros verdaderamente importantes y sorprendentes desde nuestra intimidad.
Lectio Divina de los cuatro pasos
La Lectio Divina de los cuatro pasos, es una de las formar de la Lectio divina, es la más breve, existen muchas pero hoy nos enfocaremos en trabajar esta:
Paso 1: Lectio
La lectio es leer atentamente el texto que se ha seleccionado, debe ser con un espíritu atento y sencillo para lograr admirar y reconocer todos los secesos, signos y formas del texto. Puede repetirse varas veces para un mejor análisis. Después de leer con centraremos en observar con lupa el texto, explorando a los personajes, los diálogos, el género literario, el contexto en que el que sucede, etc. La idea de la Lectio es conocer el texto, para aquellos lectores más conocedores y estudiados de la Escritura, es el momento donde se contextualiza el texto, sin interpretar, solo conocer intención, destinatario y forma del texto, con la finalidad de exponer el pasaje bíblico textualmente.
“Voy a escuchar lo que dice el señor” Sal. 85,9
Paso 2: Meditatio
Despues de haber diseccionado el texto bíblico en diversas formas, es momento de presentarme frente a él siendo un espejo de la situación, las acciones, comentarios y personajes, viviendo ese pasaje en primera persona, es buscarse a sí mismo en el texto, descubrir mi vida en el texto. Hay que evitar la tentación de repartir y adoctrinar a los demás, es la lectio divina un encuentro personal, cada uno en medida de su disposición y relación con Cristo encontrara el mensaje que es para él, enfoquémonos en descubrir que me dice el texto. Es un momento intelectual y espiritual donde buscamos que Dios nos ilumine, no oriente para saber por dónde caminar.
“Señor, levántate, socórrenos” Sal. 44,27
Paso 3: Oratio
La oración es el momento donde respondemos a los que Dios ha revelado, según San Jerónimo “A Dios oímos cuando escuchamos su Palabra; a Dios hablamos, cuando oramos”, la oración es pues un momento para pedir al Espíritu santo nos auxilie para saber cómo responder lo que Dios nos ha dicho ya sea con alabanzas, acciones de gracias, arrepentimiento, etc. Es momento de nosotros responder a Dios aquello que nos dijo y nos revelo al leer y meditar su palabra. Un momento de oración dinámica en grupo o personal que anime a los participantes a expresar aquello que el Espíritu les mueve.
“El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad. Porque no sabemos qué debemos pedir según nuestra necesidad; pero el Espíritu intercede por nosotros, con gemidos inefables” Rom. 8,26
Paso 4: Contemplatio
Momento culminante de nuestra Lectio Divina, es donde hemos escuchado que toca a la puerta y abrimos para que viva en nosotros, es un momento de confianza total, donde dejo que Dios haga su voluntad en mí, en este clima de confianza es donde se plantean las opciones, propósitos y cambios para mi vida. Es el momento donde el encuentro con la palabra se hace vida en mí y donde mi corazón pide entusiasmado conversión.
“Estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” Ap. 3,20
La Lectio es la oración con la que encontramos al Verbo encarnado en nuestra mente y corazón, en conjunto con la eucaristía, procuremos practicarla una vez por semana, para que el señor ilumine nuestro interior que logremos ser luz para otros (Mt. 5,14).
Fuente de referencia:
Dr. César A. Mora Paz. (2010). Lectura orante de la Biblia. México: Ediciones Paulinas, S.A. DE C.V.
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